Abordaje terapéutico

Debido a que mi propia evolución como terapeuta me ha llevado a ir ampliando mi formación y, por tanto, a incrementar la variedad de técnicas que incluyo en la terapia, creo que es necesario explicar de qué manera las técnicas en las que me he formado y con las que trabajo conforman una unidad coherente de abordaje terapéutico y no una lista más o menos extensa de protocolos separados o de protocolos que se pueden aplicar por separado sin que haya una coherencia entre ellos, excepto la que cada corpus teórico-práctico particular implique.

El conjunto de técnicas que utilizo compone una unidad de aproximación terapéutica vinculada y congruente entre sí. Existe entre ellas, como conjunto, una jerarquía clara determinada bien por su diferencia de amplitud y de profundidad teórico-práctica, bien por disponer de distintas herramientas, bien por ser unas más apropiadas que otras para abordar ciertos aspectos del cuerpo entendido como sistema complejo (materiales, energéticos, emocionales o informacionales). Esta jerarquía está también determinada por el uso más o menos sistémico o instrumental que hago de ellas. Es un conjunto en el que las técnicas que disponen de un modo de objetivar el estado del sistema (cuerpo-persona) y su reacción a ciertos estímulos objetivos para determinarlo priman sobre las demás (etioterapia y kinesiología). El resto de técnicas sirven de apoyo específico con el objetivo de dinamizar el sistema, para conseguir un trabajo de más calado, que el sistema pueda integrar de manera más efectiva y operativa.

Abordaje terapéutico

Las dos técnicas que dan coherencia al abordaje terapéutico de la sesión son la la etioterapia y la kinesiología. Esto es así porque ambas técnicas tienen dos elementos indispensables para establecer un diálogo con el cuerpo (sistema). Uno que permite objetivar el estado del sistema con respecto a los principios de dichas técnicas: en el caso de la Kinesiología es el test muscular y en de la Etioterapia el pulso RAC.
El segundo elemento son las herramientas que permiten formular o provocar una respuesta en el cuerpo, es decir, objetivar preguntas para determinar ciertos desequilibrios, y que producen un cambio en el test muscular (Kinesiología) o en el pulso RAC (Etioterapia). En Kinesiología utilizaremos mudras que sirven para discriminar los diferentes campos que pueden estar causando un desequilibrio (campo estructural, químico, eléctromagnético, emocional, energético), así como testigos ante los que cuerpo reacciona. Con Etioterapia utilizaremos diferentes filtros, los puntos emocionales de auriculoterapia, la lista de impregnaciones causales o frecuencias Nogier, y las tablas de deducción de Lupasco.

Los protocolos utilizados para ayudar al cuerpo (sistema) a reestablecer su equilibrio serán los propios de ambas terapias, etioterapia y la kiensiología; también la Osteopatía sacrocraneal biodinámica, será principal como disciplina. Además, otras técnicas como la medicina taoísta, la acupuntura, o ciertos sistemas florales servirán de apoyo como coadyuvantes para proporcionar al sistema a encontrar sus propios recursos y dinamizar sus procesos.

Una sesión

La persona se tumba vestido y boca arriba. A partir de ese momento el único protocolo que existe es establecer un “diálogo” con el cuerpo. La sesión dura entre una hora y una hora y media, finalizará cuando el cuerpo, mediante el test muscular y el pulso RAC, indique que está nivelado.
Este diálogo normalmente comienza con un cuestionario verbal a cerca de el motivo de la consulta, el estado general de salud y los antecedentes personales. Prosigue con el test de Kinesiología como primera aproximación. Dependiendo de las respuestas que se deriven del test de Kinesiología se irán aplicando los protocolos necesarios para equilibrarlo o para preparar al cuerpo para un trabajo de etioterapia. Estos protocolos incluyen técnicas de Kinesiología Aplicada y Holística, de medicina china y acupuntura, y de Osteopatía craneosacral biodinámica.
Cuando el test de Kinesiología indique que es preferible y prioritario trabajar desde la Etioterapia, procederemos a trabajar con esta técnica, con sus protocolos y sus herramientas, mediante la interpretación objetiva de la dinámica del pulso RAC.

La sesión terminará comprobando tanto con el pulso RAC como con el test de kinesiología que el sistema ha quedado nivelado, si es necesario se ayudará con otras técnicas para facilitar el trabajo de integración de la sesión.